Límites sanos en el aura

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Límites sanos

Los límites son buenos para estar sanas.
Por ejemplo, decir «no» cuando no queremos algo, cuando no deseamos escuchar algo, es respetarnos consciente y amorosamente. Es una de las formas más poderosas de practicar la autocompasión y el autocuidado.
Nos conecta con nuestra energía masculina sana, con el poder de nuestra voluntad para tomar acción.
Establecer un límite sano con el exterior para relacionarnos desde el amor con nosotras mismas primero y con las demás personas después es funamental para vivir una vida sana.
Los límites son sanadores, nos ayudan a mantenernos más limpias de las energías ajenas para estar dispuestas a escucharnos y sentirnos a nosotras mismas.

Te compartimos esta técnica de meditación que fue canalizada por Amorah Quan Yin (1996), te recomiendo que leas su libro para conocer más info. Esta es una técnica de autoprotección y despejamiento para mantener nuestra aura limpia de energías externas, extrañas. La Conexión con la Tierra que es otra de las meditaciones que compartimos ayuda a mantener limpia la parte inferior del aura y despejar los bloqueos; las rosas colaboran sobre todo para comprender qué cosas nos afectan en el presente, ver a qué cosas somos sensibles y despejar todo esto para evitar cargar con peso ajeno.

Las rosas han sido usadas desde la Edad Media con innumerables objetivos de sanación. En este ejercicio las colocaremos en el exterior de nuestra aura, tal como se ve en la imagen siguiente extraída del Manual de ejercicios pleyadianos, de Amorah Quan Yin (1996:94). Colocaremos una rosa enfrente de tí, una a la derecha, otra a la izquierda, una encima de tu cabeza, otra en tu espalda. Al inicio puede ser difícil visualizar la que está en tu espalda, para eso usa tu respiración y quédate más tiempo si es necesario, amplia tu aura hacia atrás.

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Recomiendo el primer día que lo realizas repetir la meditación antes de acostarte para chequear cómo están tus rosas. Es posible que veas que se marchitan, entonces es señal de que están funcionando, puedes disolverlas y plantar unas nuevas todas las veces que esto suceda.

Durante la primera semana, practica esta meditación de forma diaria hasta que tu misma encuentres la frecuencia que necesitas y adquieras mayor conciencia de cómo están tus rosas.

Aquí la meditación guiada y debajo la guía para que puedas practicarla sin el audio.

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Pasos para hacerla:
Tras cerrar los ojos, conéctate a la tierra y ajusta el aura cuanto necesites.
Visualiza una rosa de cualquier tamaño y color que te parezca bien y colócala en el exterior del aura delante de ti. Trata de verla en detalle.
Imagina la rosa unida a un tallo enraizado en la tierra. Haz que la rosa permanezca allí hasta que la disuelvas de modo consciente.
Visualiza otra rosa en el exterior izquierdo del aura.
Coloca también un tallo con raíz en esta rosa y de nuevo haz que permanezca allí hasta que la disuelvas.
Ahora coloca una rosa enraizada a la derecha en el exterior del aura. De igual modo haz que permanezca allí.
Coloca otra rosa sobre la cabeza y en el exterior del aura. De nuevo haz que tenga tallo y raíz y que se quede allí hasta que la retires.
Finalmente, visualiza una rosa con tallo en el exterior del aura detrás de la espalda. Si es necesario, utiliza la respiración y haz que el aura se extienda y se fortalezca por detrás unos 20 o 30 centímetros. Haz también que esta rosa se quede hasta que vuelvas a ella.

Cuando termines vuelve a visualizar el cordón de conexión a la tierra, lleva la atención a tu cuerpo físico, mueve alguna parte de tu cuerpo, y abre los ojos cuando quieras.

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